Álvaro J. Iradier

Cualquier ser viviente que se autoconsidere mediánamente friki, y especialmente si posee un ordenador portátil o PDA y una tremenda adicción a vivir conectado a Internet, cual fuente de energía e información vital, se sentiría mínimamente interesado por las atractivas tarifas ofrecidas por Yoigo, el nuevo operador de telefonía en España. Según sus tarifas, verdad de la buena, podrás navegar todo el día por máximo 1,2€. Es decir, toda una tarifa plana UMTS de 36€ + IVA al mes. Pero no es oro todo lo que reluce... Verdad verdadera

Aunque esto por si sólo era suficiente motivo para decidirme a probar sus servicios, hay que añadir al cóctel unas tarifas de llamadas y SMS sencillas y baratas, y un móvil Sony Ericsson K610i a buen precio. Por 39€ tenemos el kit completo, en modalidad de contrato. Por si acaso, y como si una especie de sexto sentido me avisara sabiamente de ser precavido, opté por el kit de tarjeta prepago por 89€, 20€ de saldo incluido.

Para ello contamos con una novedosa y potente plataforma tecnológica que nos permite crear y personalizar de manera inmediata sites de comercio electrónico y descarga de contenidos, integrados en la plataforma Emoción.

Para más información, visitar www.mobistudio.es

Aprovecho para anunciar que voy a fundar mi nueva empresa, Comisión & Chanchullation Corp. Como toda empresa competente que se precie, necesito carne fresca para realizar prácticas.

Como es lógico, no puedo ofrecer un salario elevado para las prácticas. Es más, vosotros, miserables becarios y gentucilla que no es capaz de trabajar, deberíais pagarme la experiencia que os permito adquirir en mi compañía. Como la ley no me lo permite, simplemente no os pagaré ni un céntimo por cada hora que os robe de vuestra vida, dejandoos el alma bajo el yugo de mi látigo.

Como me siento generoso, las horas extras obligatorias las pagaré al triple del precio establecido.

Hace poco un compañero y yo decidimos coger el viernes día 12 como festivo, ya que este año teníamos una entrada para el Gran Premio de España de Fórmula 1, y no era cuestión de desaprovecharlo, es una oportunidad única en la vida.

El viernes es el día de la semana que menos trabajamos, 6 horas. Nuestra sorpresa fue mayúscula cuando uno de nuestros jefes nos comunicó que como el trabajo iba mal en plazos habría que recuperar esas 12 horas (6*2) perdidas.

El resultado ha sido un fin de semana fantástico, pero nos espera una semana desesperante. Si a las 9 horas diarias que trabajamos de martes a jueves (el lunes y viernes trabajamos menos horas ya que tenemos que viajar de Zaragoza a Barcelona, 3 horas que no están incluidas en nuestro horario laboral... pero eso es otro tema) le sumamos las horas a recuperar, nos esperan días de más de 10 horas seguidas, que realmente parecen 11,5 horas porque la hora y media para comer no permite desconectar ni un segundo.

Si Satanás se reencarnara en la tierra en forma de empresa de Software y decidiera desarrollar un sistema de control de versiones para regocijarse en el dolor y el sufrimiento de los programadores y traer el caos, desgracia y destrucción a toda la humanidad, sin duda llamaría a esta aplicación Visual SourceSafe, o VSS para los amigos. El control de código fuente convertido en el infierno, y el alma de los desarrolladores ardiendo en el fuego eterno.

Para los neófitos en el tema, un sistema de control de código fuente permite que un equipo de desarrolladores trabaje en paralelo sobre un conjunto de archivos de código, almacenado en un repositorio, manteniendo un histórico de las versiones de los archivos. Esto nos permite hacer un seguimiento de los cambios que se han producido, y volver atrás en cualquier momento. Otras opciones más avanzadas permiten crear ramas de desarrollo, en las que un proyecto se bifurca en distintas versiones, que pueden posteriormente volverse a unir.

Desde mi pequeño apartado en la gran red de redes, me gustaría dar a conocer el mundo. Estas novedosas técnicas de desarrollo echan por tierra todas las anteriores teorías de ingeniería del software y las más recientes Xtreme Programming.

Empezaremos por los conceptos básicos:

Solvencia
El cliente que contrata el desarrollo del proyecto debe disponer de dinero a espuertas. Este flujo de dinero es garantía de la sostenibilidad del proyecto, ya que permite incorporar nuevos recursos (es fundamental llamar recursos a las personas implicadas, para evitar todo tipo de humanización) en cualquier momento, así como financiar las importantísimas reuniones en caros restaurantes y visitas a casas de esparcimiento que todos los buenos directores y jefes de distintas escalas necesitan en el transcurso de su trabajo.

Cada día lo tengo más claro, y mi última experiencia en la ciudad condal lo confirma. No hay nada como poner mucho dinero de por medio para hacer las cosas mal. Lo triste es que el dinero flota, atraido por las personas que ya tienen mucho y que no deberían estar ahí, y la mierda pesa y cae hacia abajo, que es donde estamos nosotros.

Today I found an interesting problem. My workmate, working away from the office, needed to connect to our office network. For this, we usually use (OpenVPN) running on a linux box.

The problem is my mate was using a proxy as the only possible gateway to the internet. OpenVPN supports proxy connections, using CONNECT method (for HTTPS secure connection), providing you use a TCP connection instead of the default UDP. However, the proxy was a bit strict, and it only allowed HTTPS connections to port 443. Trying to connect to the port our VPN server was listening on (port 1194) or any other port than 443 resulted in a 403 Forbidden error from the proxy.